lunes, 3 de agosto de 2009

Che parte II, de Steven Soderbergh


Si bien este filme se conforma (técnicamente) por dos partes, a simple vista parece bastante obvio que se hizo una segunda película porque de otro modo se hacia demasiado largo, es decir, no quedaba otra. Con lo cual es bastante factible considerar a ambas unidades como una sola. Y con lo cual se hace evidente que no hay demasiado más para decir, ya que siendo definitivamente fiel a su predecesor, cierra con majestuosidad este retrato del Che que se desarrolla fluctuando (a mi entender) entre la angustia y la utopía que bordean su muerte.
Y estos son, justamente, los puntos que me parecen más destacables en esta secuela, y los que más la diferencian del primero, obviamente dentro de la concordancia que tiene con él.
Por un lado la angustia. Esa angustia que, del lado del espectador, se siente al saber certeramente que al Che le quedan los días contados, y que aumenta al ver como esa llama que antes parecía un fuego inapagable que arrasaba con todo a su paso, ahora se va consumiendo lenta y paulatinamente. Y que aumenta aun más ya que el montaje, obviamente conciente de esto, se encarga de remarcarlo basandose en un ritmo exasperadamente lento. Todo esto, en mi opinión, está casi perfectamente logrado, y obliga a que el espectador se plantee interrogantes acerca de su vida y de su (prominente) muerte, dedicadas a la lucha de forma genérica (desatando hasta la bronca): ¿Por qué Cuba no lo apoya? ¿Por qué el pueblo boliviano, víctima de una fatal opresión, viviendo en condiciones infrahumanas en la mayoría de los casos, se niega a adherirse a su movimiento? y sobre todo, ¿Por qué el Che, poniendo en evidencia su terquedad al mismo tiempo que la coherencia entre su palabra y su actuar ("la nuestra es una lucha a muerte"), insistía en seguir adelante con algo que, bajo cualquier punto de vista, era utópico? Por otro lado, y al mismo tiempo, esa angustia se refleja en el rostro de Guevara durante toda la duración del filme: él mismo es conciente de que no hay forma de que logre esta revolución y que es probable que no salga vivo. El sabe que va a morir, y esto se traduce en su andar cansino, desganado, en su vacilación y su falta de liderazgo, que ya no es el mismo que antes.
Y aquí es donde arribamos al siguiente punto, el tema de la utopía. Las imágenes se encargan de dar cuenta de cómo, sombólicamente, el Che es alguien que grita a viva voz, en medio de una muchedumbre que insiste en darle la espalda. Y sobre todo del camino que todavía faltaría recorrer para alcanzar lo imposible: que el pueblo latinoamericano se de cuenta de cómo son en realidad las cosas y deje de bajar la cabeza.

JP (no se ilusionen ...)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

que bueno el nuevo formato!

sole

Lucas dijo...

Como andás Juan Pelota? Como prometí, acá escribo algo, las vi hace 2 días. Pongo acá un comentario a las 2 partes (y es que de hecho se la pensó y estrenó primero como un todo, y Soderbergh se arrepintió de no haber acordado con HBO para hacer una miniserie de 10 horas).
En primer lugar he visto casi toda la filmografía de Soderbergh. La primera película que ví de su dirección fue por supuesto las que pasan por la tele, hace años King of the Hill, una película entrañable, y por supuesto Ocean's eleven (de la cual hicieron 2 continuaciones, cuyo nivel va decayendo claramente), la cual discrepo contigo porque me parece, en su género, bastante buena, entretenida e ingeniosa -más no hace falta pedirle (para más datos es una remake "en su espíritu" de un buen film del 60 con Sinatra, Dean Martin y figuras de la época). Y que tenga 'stars' con cachés de 10 millones veo que es algo que no te ha molestado en el caso de Traffic :P -de independendiente esa película no tiene nada de nada, me parece más fácil sincerarse con que hay unos cuantos films de hollywood que valen la pena y listo. Bueno, si sigo con Soderberg no termino más, la cosa es que llegué por esas casualidades de la internet hasta Kafka (1991), con ese nombre era una obligación bajarla, y me puse a ver más film de "Esteban", encontrando películas geniales, otras masomenos y otras que dan asco (mezcladas todas a lo largo de los años).
Me llama la atención eso de "ver a muchos actores haciendo de partidarios de Guevara (o no), habiéndolos observado anteriormente en películas casi totalmente propagandistas de la era Bush", porque son contados con una mano los yanquis en la película, y además excepto Benicio o la reportera, son tan sólo extras que no veo que hayan tenido papeles protagónicos (también habría que ver que es una film "propagandista de la era Bush", el extremo más patético es "an american carol").
(sigue)

Lucas dijo...

Bueno, ahora, por fin, la crítica en sí... tus comentarios me parecen muy buenos, destacan ciertos elementos que hacen digno de ver al film. Y yo lo recomiendo, realmente me gusta como está filmado, tanto la primer parte con enorme dinamismo, con ñps flashbacks y forwards intercalados, como la segunda, en la cual tenemos dos horas para ver algo que ya sabemos que termina, pero dos horas necesarias, porque la desesperación, la falta de rumbo, la falta de contexto, hay que sentirlas, y está logrado en cierta medida. Pero al mismo tiempo, no llego a considerarlo como "muy bueno", no me termina de gustar el carácter de "cámara testigo del Che", una cámara que registra hechos y palabras, pero no pensamientos, no los contextos en los cuales el Che actúa (lo que pasa en el resto de Cuba, lo que pasa en Bolivia, y porqué no en el mundo). El sentido o excusa es claro y sabido, son básicamente los diarios y escritos del Che, lo que él dice que vivió -de esa forma Soderbergh pretende trazar un manto de imparcialidad, pero creo que aún así era posible hacer contextos. Y por otro lado, no deja de elegir qué es lo que se muesta. Se muestra que el Che tenía una pila de libros para leer, pero no se muestra cuales (por ejemplo estaba leyendo Historia de la Revolución Rusa de Trotsky), se muestra al Che comandante, tomando responsabilidades y decisiones militares, pero no discutiendo política, economía y filosofía. Desde esa perspectiva me parece muy vacía. Nos queda el hombre que lucha hasta al final, que intimida, estando desarmado y atado, a un guardia en su última noche... al final queda el personaje "idealizado", en palabras de Juan Pelota resulta que lo que pretendía era utópico, quq se quejaba mientras todos eran indiferentes... pues caemos otra vez en el problema del contexto: la entrega del PC, una decisión de política internacional del stalinismo contra toda rebelión, la revulsiva situación en la propia Bolivia, apenas 3 años después derrotando a la dictadura y desembocando en el proceso de la Asamblea Popular (¡¡para nada un pueblo que bajaba la cabeza!!), etc. Por ahí el Che dice que la huelga general no puede ganar sin la lucha armada, pero se olvida de que menos la lucha armada puede ganar sin la huelga general, esto es, sin la unidad con todo el pueblo en lucha (si entramos en detalles podemos ver cosas que nunca se dicen, como que la clase obrera cubana era la más sindicalizada del continente). Se equivocó en la forma, se equivocó con los aliados allí, pero su plan era estar en Bolivia apenas unos meses y seguir por el resto de América Latina, su estragia era la revolución socialista internacional. Quedó Fidel en el m26 convertido en un PCC copado por el stalinismo (ya sea por el aparato o por las ideas), a Nicaragua le recomendó no hacer como en Cuba, de China señaló tras Tianamenn que era el ejemplo socialista, cuando vino en 2003 a Argentina habló horas sin decir nada de la revolución y dijo que se pueden hacer mejoras en el capitalismo... y yo pensé que aquella revolución se transformó en socialista precisamente por esa incapacidad. En fin, perdimos al Che, el Che eligió la posiblidad de la muerte antes que la posiblidad de ser un burócrata, era la posibilidad de la muerte, sí, pero era también, y es, porque está lucha está vigente, la posiblidad de la revolución socialista internacional.

Emh. dijo...
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