jueves, 26 de enero de 2012

Peter Capussotto y sus Tres Dimensiones, de Pedro Saborido

Es interesante ver como, a lo largo de los años, Diego Capusotto nos muestra, por lo menos juzgándolo a simple vista, una capacidad de renovación humorística sorprendente. Y sin embargo, una renovación que no por ello conlleva un quiebre abrupto dentro de su núcleo paródico, irónico, ácido, lisérgico, como se suele llamar. Sus cambios y sus golpes evolutivos casi camaleónicos surgen siempre dentro de ese mismo núcleo pero, a su vez, son llevados siempre mucho más allá. Los antecedentes de los personajes de su última entrega televisiva, Peter..., los podemos encontrar también en Todo x$2, en Cha Cha Cha o hasta en la lejana De la Cabeza. ¿Ejemplos? Por todos lados. Alberto Giordano, el filósofo estilista de Cha Cha Cha parece ser el hermano gemelo jamás reconocido de Luis Almirante Brown, ese poeta spinettiano que no puede con genio más guarango, que a su vez se parece a aquel hombre desprolijo, con pinta de poeta callejero o escritor frustrado, jamás nombrado en Cha Cha Cha, que recitaba esos poemas devenidos en piropos catastróficamente groseros. De hecho, el personaje clave en esta entrega cinematográfica, que en mi opinión, no le queda chica y hasta parece remarcar un género híbrido entre TV y cine jamás reconocido; es Violencia Rivas, cuyo antecedente más directo parecería ser la inolvidable Irma Jusid en Todo x$2, esa “actriz de reparto” que alertaba sobre ridículos peligros de la juventud, la fiesta y la joda (“estás en un boliche en Bariloche que se llama Ponela que tus Viejos Están Lejos...”); y que a su vez entraba en consonancia con su ya legendario Siddharta Kiwi de Cha Cha Cha, ese consejero espiritual que luego de enyoguizarse terminaba tirándoles lavandina a los “Testigos de Jaimito”. Personajes que de alguna forma anticipaban gozosamente toda la fiesta violenciariveica.



Dicha fiesta se lleva adelante, principalmente, con un Diego Capusotto fiel a su estilo, en primer plano y a todo volumen, haciendo lo que mejor sabe hacer, ridiculizar hasta el extremo todo el aparato televisivo, con sus constantes y variantes a cuestas.

Si Peter Capusotto y sus Videos se llevaba puesto todo el ambiente rockero del país, ridiculizándolo ampliamente, utilizándolo para parodiar e ironizar sobre el peronismo, la política, y demás; en la película los palos están dirigidos principalmente hacia la tevé y todo sobre lo que esta se basa: el entretenimiento. Un tema que jamás se agotará mientras exista. Esa es la principal paradoja sobre la cual el metraje se apoya, asumiéndolo concientemente: Peter es un factor de entretenimiento que crítica el entretenimiento mismo, o dicho de otra forma: un entretenimiento que reclama lucidez a través del humor, mientras carga al entretenimiento. Ese humor tan capusotteano, que tiene como pilar utilizar el espejismo: no juega a la imitación, sino que juega al parecido, reclamando al espectador que termine de realizar el juego asociativo de personajes con la realidad misma. Esa parodia y autoparodia, ese desdoblamiento sobre sí mismo, es el sello que llevó siempre a través de todos sus personajes y que lo distingue de Casero y Alberti, sus principales compatriotas televisivos.

Así, Violencia Rivas, devenida en documentalista, nos guía a través de un repaso, o más bien una dilapidación, de los pilares del entretenimiento. La publicidad de Las Pastas de Mamá, El Sketch de Bombita Rodriguez, el alter ego de Macri en Ciudad del Orto, el cantante Nazi Micki Vainilla (una mezcla entre Ale Sergi y Mauricio Macri), el chat entre cybernautas, son algunos de los momentos más descabelladamente cómicos.

Capusotto con esta entrega afirma que hay Capusotto para rato.

http://www.asalallenaonline.com.ar/mas-estrenos/299-estrenos-del-26012012/3526-peter-capusotto-y-sus-3dimensiones-3d.html

No hay comentarios: