jueves, 25 de marzo de 2010

Un maldito policia en Nueva Orleans, de Werner Herzog. Por Claudia Olivera

Herzog.
Ví 4 cosas de su autoría. Tres documentales y esta peli.
Un predicador homofóbico, misógino y racista. Otro predicador con un canal de tv propio recaudando guita a los gritos. Un concurso de velocidad en la dicción de subastadores de vacas. Y este Bad Lieutenant.
Parece ser como que Herzog elige los peores lugares, el punto mas bajo, de mayor rareza en el sentido: hasta dónde puede llegar (hundiéndose en su miseria y estupidez) el ser humano (en todos esos casos, norteamericano)
Pero lo que me entristece es la distancia que toma para hablar del otro, documental o ficción, no importa, hace la misma cosa: él se planta afuera y mira al monstruo que ha devenido. En los documentales es mas claro de verlo, literalmente planta la cámara delante de la gente (los monstruos) y filma. Pero esta peli se me figura como variación del mismo mecanismo, así: llevándolo todo al extremo, hipertrofiando todas las acciones sumadas en una sola persona, ahí radica lo indescifrable, pero torna en tono caricaturesco, burdo y por supuesto, es una piña. La diferencia entre los docs y lo ficcionado se complementa (es lo único que me gusta, la coherencia) llevando la superficie del primero a la profundidad del segundo, al plano universal: ya no es una persona que devino monstruo, es el ser humano, conclusión ya conocida que en Herzog me irrita por la falta de sutilezas. La manera que encuentra es coherente para consigo mismo. Pero no hay obsesión de búsqueda profunda en las personas que elige, ni en este policía.
Lo demás me es cuestión menor por ej, el contraste entrel mundo salvaje y mundo humano. .. ok La manera de acercar uno al otro, la forma es estupenda, muy creativa, si (los reptiles, el acuario con ¿tiburones? )

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