Algunas
notas:
A-
Lo
que es y lo que no es
- Imaginario, construcción,
identidad. Imagen: doble función. Muestra y a la vez denuncia lo que no
muestra. Responde a la lógica de la ILUSIÓN
(nota mía: por esto es que en el cine
cobra tanta importancia el fuera de campo, lleva al espectador a
interrogarse acerca de lo que no
puede ver, es el espacio que este debe llenar. Así, construye
hipótesis, especula, imagina).
La ilusión entonces, es el fantasma ESTRUCTURAL. Da equilibrio, genera la
dicotomía interior-exterior. La ciudad entonces, plantea esto mismo, el
afuera y el adentro.
- Imaginarización: equilibrio,
seguridad. Soporte del paradigma y a la vez su propia barrera. Dos
tendencias contrarias: genera cambios contínuos (porque la imaginación es
una actividad permanente) y a la vez genera estancamiento (por constituír
paradigmas y estereotipos). La imaginarización entonces, es un proceso de
montaje y remontaje: lleva y trae, cambia y se cambia a si misma.
- Arte: ni registro ni
registrador del imaginario, sino UNO de los medios del imaginario. La
ciudad (parece ser el eje que toma Zatonyi para su analisis) moldea a sus
habitantes a través del arte. Esto es simple, el arte es producto de la
ciudad, tanto en la actualidad como en las antiguas “polis” (y luego pasa
un poco de revista a la constitución histórica de la ciudad).
- Imagen visual es análoga al
comportamiento del individuo en su crecimiento: hogar (interior),
transición, ciudad (exterior, lo comunitario). Es decir, se nutre de lo
que ve.
- Ciudad: obra de arte. Parte
del capital simbólico. Correspondencia permanente en cuanto a la dicotomía
interno-externo. Esto permite que la imaginarización fluya. Según Calvino:
“la ciudad esta hecha de relaciones entre las medidas de su espacio y los
acontecimientos de su pasado”. Con lo cual esto entra en contacto directo
con el tema de la imaginarización: en efecto, si esta es una operación de
montaje y remontaje, la ciudad posee el mismo efecto por su propio peso
histórico.
Es el punto de partida de la “civilización”. Acá toma contacto con lo que
había que leer de Freud presente en “Gracias por la ley”. Freud plantea que si
nosotros no fueramos seres culturales y estuviesemos envueltos en lo plenamente
natural, todo tendría un carácter absoluto: vida o muerte. Esta condición que
nos impone lo estrictamente natural hizo que en su historia el hombre
construyera la civilización, de la cual la ciudad es el ejemplo más evidente,
de donde nace el tabú, hoy conocido como ley.
Habitante, dos miradas: micro (su lugar, lo inmediato) y
macro (universo, anhelo del todo, de la
completitud). Otra vez corresponde con Freud, la búsqueda de la felicidad,
(mismo texto). Todo siempre ajustandose a las características de un tiempo y un
espacio.
B- Peligro de parálisis
- Tema de la utopía. Ciudad
como producto de un anhelo utópico de felicidad, de perfección, de
renuncia al nomadismo. Tema de la conquista del espacio. Estructura de
poder que se crea de esta forma. La necesidad del humano de AVASALLAR al otro.
Así funda las ciudades, por una necesidad de encontrar un supuesto lugar
perfecto, civilizado, ideal.
- Antecedentes bíblicos: San
Agustín, ciudad de Dios: lugar de paz, de orden. Utopía por excelencia de
la “ciudad perfecta”. Modelo que se sigue hoy en día.
- Ciudad cuya existencia es
debida a su historia, asumida o negada. Califica a Latinoamérica como un
“estilo sin estilo”. Esto se explica por la ola de conquistadores, o
inmigrantes expulsados de la antigua Europa. Fusionado de estilos.
- Aun hoy, la ciudad responde
al proceso cíclico originario ya en la ciudad medieval: nacen, se
desarrollan, se estabilizan y entran en crisis. Sin embargo el imaginario
responde siempre a la estructura de poder: impone su forma a través del
Orden y la Estabilidad, por más que promueva lo contrario (como por ej. el
arte mismo).
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